miércoles, 10 de noviembre de 2010

Yo pienso.

Y pienso por que soy ser humano (quiero decir que pertenezco a la raza humana). Tengo una cabeza y un cerebro, más o menos grande, más o menos utilizado y con una capacidad de procesamiento determinada, como la mayoría.
Tengo mis opiniones, forjadas gracias a (o por culpa de)  mi educación, el ambiente en que he crecido y la influencia de personas que me han marcado a lo largo de mi vida.
Creo que todas las ideas y razonamientos son eso, ideas y razonamientos y , por tanto, defendibles de una manera más o menos inteligente. Eso si, hay algunas cosas que a mi, por que soy yo, con  mis experiencias y mis prioridades, me parecen barbaridades, igual que a otro lo que yo piense o espere le parecerá eso, una barbaridad.
Esto viene a que he leído en un blog (el hombre de la capa, de blogspot, lo de buscar el enlace correcto creo que está de más) a alguien que hacía un comentario respecto al currículo de la gente que opina en los blogs, por si son gente a la que hay que tener en cuenta, aunque dicho de otra forma, claro. Con lo que quiero aclarar que cuando pongo un comentario o digo algo estoy hablando desde mi punto de vista y no siempre profundizando hasta lo más hondo (como toda persona de a pie, creo yo) para contrastar las fuentes (yo no soy periodista, ni abogado, ni policía y no actúo contra nadie, todavía. Soy una persona que vive en este mundo y en concreto, en España). Mis opiniones se basan en lo que soy y hablo de lo que oigo, aunque muchas veces no me haya informado del todo. Presupongo que algún alma caritativa corregirá mi error si afirmo algo que es mentira (está claro que mis opiniones son opiniones y por tanto, ciertas y correctas para mi, no necesariamente inamovibles).

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