Cuando las cosas parece que es imposible que mejoren...pues chiste al canto, te ríes un rato y a seguir, que hay demasiadas cosas malas en el mundo para preocuparse (ya me lo decía un primo mío: no te pre-ocupes, como dice la palabra es ocuparse antes de que pase,¡¡¡¡¡ inocencia de juventud....!!!!).
No hay forma de evitar que un chiste moleste a alguien (generalmente al que se identifica con el sujeto o situación irrisorio/a), con lo sencillo que sería darnos cuenta de que un chiste sólo es una caricatura, pone en evidencia aquello que puede ser ridículo (que hace gracia) incluida la mentalidad o la forma de actuar de una persona o un colectivo según la visión de otros (o del mismo individuo cuando se sale de la situación en concreto).
Tenemos que reírnos más y pelearnos menos, que uno debería poder analizar las cosas, mejorar las mejorables y apechugar con las intratables. Con un poco de azúcar...
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