miércoles, 8 de septiembre de 2010

Comidas

     Hoy he comido fuera.
     Como es habitual cuando se juntan algunos amigos, se recuerdan cosas pasadas. En mi caso, los amigos son recientes y buenos, y el tema de conversación ha sido la hostelería en general y la comida como tema principal, por que siempre que se va a comer hay que acordarse del resto de las comidas existentes, para que no se sientan olvidadas...
     Como uno de los comensales y yo hemos vivido y trabajado en la hostelería en Catalunya hemos comentado las diferencias entre esto y aquello y, aunque no ha ganado ninguno, se nota la diferencia existente entre los dos lugares: en Catalunya, se sale más a comer sentado y de plato que aquí, que se puede comer de pie a base de tapas y raciones. Allí los platos son más elaborados que aquí (hablamos de bares y restaurantes autóctonos, no de pizzerias, hamburgueserías ni cadenas en general) o bien estos nos parecen más caseros, no sabría explicarlo, pero aunque la comida es muy similar hay platos y cosas en concreto en cada sitio que son inolvidables, como los caracoles a la llauna ( caracoles a la "lata?")o en salsa y los caracoles en caldo de aquí, dos cosas distintas en tamaño (los de aquí son bastante chiquitines) y en la forma y sitio de degustación. También hay una gran diferencia entre la butifarra de allí y la morcilla de aquí (como en la mayoría de embutidos de los diferentes sitios), que aunque parece que tienen recetas similares (o por lo menos ingredientes) a la hora de comerlos no tienen nada que ver.
     Los dulces..., eso se merece un capítulo, y grande, a parte. Aquí  no existe el músico (y casi lo había olvidado hasta hoy) ni el mel-i-mató y llaman crema catalana a las natillas sin galleta encima¿¿¿¿es que aquí nadie ha probado una auténtica crema catalana????. Cuando pides repostería en Cataluña, te ponen unos dulces que te puedes comer de un bocado y más de uno seguido, aquí ese tipo de dulce es prácticamente inexistente en las pastelerías, aunque ahora empieza a verse (por fin, pero les queda mucha evolución), que llenan sus mostradores de enormes dulces casi imposibles de comer enteros (últimamente me ha dado cuenta de que en Cataluña hacen la bollería cada vez más pequeña, ahora es difícil llenarse con un croissant, pero eso si, siguen teniendo un sabor inigualable, como las ensaimadas, ¡qué ricas!).
     En fin, que una cosa que deberíamos hacer todos los que disfrutamos de la la comida es hacer turismo gastronómico, por que está demostrado que allí donde vayas, por lo menos en España, hay cosas que vale la pena probar, como el auténtico tocinillo de cielo, ese que es sólo yema de huevo, azúcar y, en todo caso, algo de agua. (Es que soy algo golosa), las "orelletas", la ensaimada mallorquina, la fideuà, las migas, el vino de la tierra de la Alpujarra, el plato alpujarreño, la escalivada, el cava, el queso de todas partes, el jamón, el tomate del terreno, de cada terreno (por que no es lo mismo el tomate en rama, el tres cantos, el de pera y otros), las avellanas de Reus,la cerveza estrella, la CCC (central cervecera canaria),  los panellets, la pelota de gofio, el plátano canario en Canarias, el gazpacho andaluz, el cocido madrileño, las rosquillas que venden (o vendían)en los kioskos  canarios,el pescaíto frito, las papas negras, y un largo etc...
  

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